¿Qué pasa con las personas mayores que sufren demencia y no tienen familiares cercanos? La verdad es que poco sabemos que pasa en estos casos.
La incidencia de la demencia aumenta con la edad y se necesita un apoyo y una atención considerables para vivir bien a medida que avanza la afección. La gran mayoría de estos cuidados son realizados por sus cónyuges e hijos.
Es un tema de gran importancia ya que los adultos mayores que carecen de familia en estas dos categorías de relación puedan ser particularmente vulnerables si desarrollan demencia. Es por ello que, hasta ahora, se carece de investigación sobre este tema.
Recientemente se han publicado algunos hallazgos sobre las personas mayores que sufren demencia y no tienen familiares cercanos, exponemos algunos puntos más importantes:
-No estamos frente a una circunstancia rara, ya que, en los últimos estudios se ha demostrado que el 8,4% de personas con demencia no tenían familiares cercanos.
-En estos casos también influye la trayectoria de vida que haya tenido la persona, como por ejemplo que nunca haya tenido pareja ni hijos o por el contrario, que si los hubiese tenido pero hayan fallecido.
-La edad promedio de los adultos mayores sin parientes en estudiados en la muestra en el momento en que desarrollaron la demencia era de 87 años. La mitad de los mayores vivían solos en ese momento y solo un tercio vivía con personas sin parentesco, como por ejemplo cuidadores contratados. La mayoría eran mujeres que se quedaron sin parientes tarde en la vida e inesperadamente.
-Algunos de las personas mayores sin parientes de la muestra parecían tener poco apoyo, pero otros recibieron un apoyo considerable de parientes como sobrinas, sobrinos, hermanas, nietos, entre otros.
-Por otro lado, algunos recibieron apoyo de vecinos y amigos que, en algunos casos, podría implicar una atención práctica bastante extensa. Pero en otros muchos casos, sin embargo, los vecinos y otros miembros de la comunidad parecían haberse involucrado de forma puntual solo en momentos de crisis, como una forma de rescate.
Esta investigación ha ofrecido una gran ventana para poder ver y ser conscientes de las circunstancias y necesidades de un grupo potencialmente muy vulnerable que hasta ahora ha permanecido en gran medida invisible. Estos hallazgos han tenido bastante implicación para los médicos y los sistemas de salud, pero también para la sociedad en general.
La situación de los adultos mayores con demencia y sin parientes cercanos debería impulsarnos a todos a trabajar para brindar un mejor apoyo a las personas que enfrentan una forma de precariedad a la que cualquier persona puede ser susceptible en la vejez.