Como cuidar a las personas mayores frente al calor

Comienza el mes de junio y las altas temperaturas solo acaban de llegar, es por ello que las personas mayores son más débiles a la hora de sufrir cambios bruscos de temperatura, en este caso con la llegada del calor pueden sufrir efectos como la deshidratación, este es uno de los principales problemas de salud que sufren las personas mayores con la llegada del calor, ya que a medida que envejecemos nuestro cuerpo tiene menos capacidad para retener el agua o sentir sed; además algunos de los medicamentos que las personas mayores toman para sus diferentes enfermedades o patologías pueden afectar directamente en la capacidad de control de la temperatura y el sudor, se denominan de “termorregulación” ya que interfieren de forma directa, por lo que, cuidadores/as como familiares deben de estar al tanto de los posibles efectos secundarios que pueden producir dichos medicamentos.

Durante las últimas décadas se ha producido un incremento de elevadas temperaturas por encima de los 40 grados, según datos ofrecidos por la AEMET la llegada de las altas temperaturas cada vez llega antes. De esta forma cada año que pasa se producirán más días de calor extremo, por lo que debemos protegernos ante este hecho y sobre todo a los más vulnerables, en este caso las personas mayores, debemos de tener claros los síntomas que pueden ser claves para identificar un golpe de calor en las personas mayores.

Estos síntomas pueden ser:

-Pulso acelerado.

-Piel enrojecida, seca o muy caliente.

-Sequedad bucal.

-Fuerte dolor de cabeza.

-Mareos y nauseas.

-Sensación de confusión, pérdida de conocimiento, mareos o desmayos.

Un ejemplo claro sería una persona que sufre hipertensión, ya que podría sufrir episodios de mareo y confusión debido a las altas temperaturas. Otro caso sería una persona mayor que sufra demencia o alzheimer, se le deberá recordar cada cierto tiempo que beba agua para que no sufra una deshidratación.

¿Qué hacer para evitar un golpe de calor en las personas mayores?

-Mantener a la persona hidratada es fundamental.

-Evitar las horas de exposición en el que las temperaturas son más altas.

-Usar protección (sombreros, gorros).

-Usar ropa ligera de colores claros y tejidos finos.

-Evitar zonas en las que la exposición solar sea directa, se deben buscar zonas en las que haya sombra.

-En el caso de encontrarnos en un lugar cerrado se deberá mantener lo más fresco posible utilizando aire acondicionado o cualquier otro aparato de frío.

Otro factor a destacar son las consecuencias que la calor produce en el sueño, ya que las personas mayores son más propensas a sufrir estrés a la hora de conciliar el sueño debido a las altas temperaturas, en estos casos lo más recomendable será tomar una cena fresca y ligera, darse una ducha refrescante y utilizar prendas ligeras que no produzcan calor.

¿Qué debemos hacer si una persona mayor sufre un golpe de calor?

-Situar a la persona en un lugar fresco y con sombra.

-Colocar las piernas en alto.

-Llamar a un teléfono de urgencias.

-Desvestir a la persona para disminuir lo máximo posible su temperatura corporal y aplicar prendas mojadas en zonas clave como axilas e ingles.

-En los casos en los que sea posible, llevar a la persona a un espacio en el que haya aire acondicionado o ventiladores de aire.

-Si la temperatura asciende a 40º debemos sumergir a la persona en agua fría hasta que la temperatura baje mínimo a 38º, será solo en este caso en el que no aplicaremos más frío para evitar una hipotermia.

-Se deberá controlar en intervalos de 10-15 minutos la temperatura corporal.

-En los casos en los que la temperatura vuelva a subir se deberán realizar los mismos procedimientos usando agua muy fría.